La sorprendente conexión entre tus pies y tu boca

La sorprendente conexión entre tus pies y tu boca

Lo que muchos desconocen es que la forma en la que apoyamos el pie, la manera de caminar y la alineación de nuestra postura influyen directamente en zonas tan alejadas como la mandíbula. Sí: la salud de tus pies puede afectar a tu mordida, tu respiración y hasta a problemas como el bruxismo.

En el cuerpo humano, nada funciona de manera aislada. La postura, la masticación, la visión y los apoyos plantares se retroalimentan constantemente. Cuando el pie no funciona correctamente por ejemplo, si está comprimido dentro de un zapato estrecho o elevado por un tacón el cuerpo empieza a compensar:

  • La tibia rota ligeramente.
  • El fémur acompaña ese movimiento
  • La pelvis se inclina.
  • La columna se ajusta para mantener el equilibrio.
  • El cuello cambia su alineación.
  • Y, finalmente, la mordida también puede verse afectada.

 

 

Por eso, alteraciones en la pisada pueden generar tensiones que llegan hasta la mandíbula. Y al revés: disfunciones en la boca también pueden modificar la postura y el apoyo del pie.

¿Por qué el calzado influye tanto?

Los pies son la base de nuestro cuerpo y están cargados de información sensorio–motora. Cuando el calzado impide que los dedos se abran, que percibamos el terreno o que la musculatura trabaje libremente, el cuerpo entero pierde una referencia postural fundamental.

Un zapato estrecho o rígido puede provocar:

  • Sobrecarga en los metatarsianos.
  • Dedos en garra y juanetes.
  • Tensiones en gemelos y sóleo.
  • Cambios en la alineación de rodillas y caderas.
  • Alteraciones cervicales.
  • Bruxismo o tensiones mandibulares relacionadas con la postura.

A veces convivimos con molestias en pies, cervicales o mandíbula sin relacionar unos síntomas con otros… hasta que probamos un calzado que respeta la forma natural del pie.

El mito del tacón “de dos centímetros”

Durante años se ha repetido la idea de que lo ideal es llevar un poco de tacón. Sin embargo, desde una perspectiva biomecánica, esta recomendación no se sostiene.

Los bebés nacen sin ningún tipo de desnivel o tacón. El cuerpo humano está diseñado para funcionar sin elevaciones artificiales. Cuando se levanta el talón:

  • El centro de gravedad se adelanta.
  • Cargamos más peso en los metatarsianos.
  • Aumenta el riesgo de metatarsalgia.
  • Los dedos se deforman con mayor facilidad.
  • La postura se modifica desde los pies hasta la cabeza.

El tacón no es una necesidad natural: es una construcción cultural que puede tener impacto a largo plazo.

Durante años hemos priorizado la estética sobre la anatomía. Hemos normalizado zapatos que aprietan, elevan, comprimen y limitan. Pero cada vez más personas están redescubriendo algo esencial: el bienestar empieza desde el suelo que pisamos.

El calzado barefoot no es una moda: es volver a respetar la forma natural del pie. Es permitir que los dedos se expandan, que la musculatura trabaje, que la postura se equilibre y que el cuerpo deje de compensar.

En Libertas diseñamos calzado que honra tu anatomía, acompaña tu postura y te devuelve esa conexión con tu cuerpo que nunca debimos perder.

Porque cuidar tus pies no es un lujo: es una inversión en tu bienestar global.

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Fuente: https://www.hola.com/estar-bien/20251202870388/bruxismo-problemas-boca-relacion-pies-calzado-barefoot-jesus-serrano-fisio/

 

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